viernes, 5 de marzo de 2010

SE ACABAN O NO LOS APAGONES

Ing. José Pileggi


Diario El Universo


5 de Marzo del 2010



Al inicio de la década de los 90 hacen su aparición los apagones, como resultado de las falencias que a esa fecha venía arrastrando el sector eléctrico, basado en un agotado modelo CEPALINO que se implantó fuertemente en los 70, cuando la bonanza petrolera y los recursos provenientes de los multilaterales de crédito como el BID, Banco Mundial entre otros financió los grandes proyectos de generación hidráulicos y térmicos como Paute, Agoyán, Pisayambo, Gonzalo Cevallos, Termoesmeraldas, entre otros que a esa fecha son suficientes para cubrir los requerimientos del país.

Al desaparecer los recursos que financiaban el sector y politizarse, la crisis en los 90 nos pasa su factura: apagones y pérdidas.

La nueva generación que ingresó desde mediados del 97 hasta la actualidad son paliativos para atender los crecimientos anuales de la demanda, que ha permitido en algunos casos haciendo peripecias no tener apagones. De esta generación las más relevantes han sido: Daule Peripa, San Francisco, Álvaro Tinajero, Interconexión con Colombia, Las Barcazas, Electroquil, Machala Power entre las mayores. Esta generación ha sido un aporte del sector público y privado, pero insuficiente para la infraestructura de largo plazo que requería el país.

Frente a este escenario, vino bien el agresivo discurso de inversiones y proyectos para el sector, que desde un inicio hizo el Presidente Correa, sumado a la bonanza de los ingresos petroleros y fiscales, lo vital entonces era actuar.

Pero en noviembre del 2009 y con casi tres años de gobierno, la aparición nuevamente de los apagones puso en evidencia que no se había instalado un nuevo kilovatio de generación en el país y peor aún no se había dado mantenimiento al parque generador existente, para enfrentar una crisis anunciada con suficiente anticipación.

La improvisación hizo su Agosto en Noviembre, y esto trajo consigo los peores apagones desde el 97.

El buen discurso político renovador para el sector, sucumbió ante la torpe gestión de quienes tenían que ejecutarla.

Casi 60 días de continuos apagones, con ingentes pérdidas no sólo para los consumidores, sino que sobre todo para el estado por los altos costos con los que ha contratado generación a Colombia sobre los 12ctvs., Perú sobre 30ctvs., APR y Energy International 12ctvs. sin considerar combustible, la compra de generadores a precios elevados, y los combustibles: diesel, nafta, otros, común a todos ellos y, que el estado compra a precios internacionales pues somos deficitarios en su producción, no hacen viable la economía del sector eléctrico que requerirá tanto recurso adicional como el que factura anualmente, y que bordea los 800 millones de dólares.

Pasamos en Febrero la crisis como se pronóstico: con nueva generación 400 MW rentada y comprada, con reparación a destiempo de la generación térmica existente, con Colombia y por cierto con Paute que ha recuperado cota y caudales. Pero esto sólo nos sirve para el estiaje que estamos atravesando. Mazar será un importante aporte para el próximo estiaje, pero no tenemos nada más.

Los proyectos de largo plazo han convertido en miopes en el corto plazo a las autoridades, esta vez nos quedamos cortos y con cortes, si repetimos la lección y San Pedro confabula, de seguro hablaremos de lo mismo el próximo estiaje.

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